Finalmente nos trasladamos a todos los rincones del planeta, particularmente en cada uno de nosotros ya que nosotros presentamos proporción áurea en distintas partes del cuerpo.
Resulta que el cociente entre la altura del hombre y la distancia del ombligo a la punta de la mano es el número áureo. La más llamativa tal vez sea la relativa al ombligo: si se divide la altura total de un hombre entre la distancia del ombligo a los pies obtenemos el número áureo. En la investigación sobre la odontología se ha demostrado que la dentadura va creciendo según la proporción áurea. En nuestras manos las falanges están en sucesión áurea 6.
En la oreja la proporción áurea se ve muy claro: